“
La mayoría de la gente es incapaz de entrar en uno
mismo. Ver su propio vacío les da miedo. Incluso oír los latidos de sus
corazones les impresiona. Sentir su corazón, sus fuerzas o sus energías
son sensaciones que provocan aprensión. Para entrar en lo profundo de
uno mismo, hay que dejar a un lado la tristeza, el dolor, la locura, la
muerte y otras cosas también.”