septiembre 09, 2012

La mayoría de la gente es incapaz de entrar en uno mismo. Ver su propio vacío les da miedo. Incluso oír los latidos de sus corazones les impresiona. Sentir su corazón, sus fuerzas o sus energías son sensaciones que provocan aprensión. Para entrar en lo profundo de uno mismo, hay que dejar a un lado la tristeza, el dolor, la locura, la muerte y otras cosas también.